Bruno Cayoun 1 , Akeesha Simmons 2 , Alice Shires 2,3
1 Instituto MiCBT, Hobart, Australia
2 Universidad de Tecnología de Sídney, Sídney, Australia
3 Universidad de Sídney, Sídney, Australia
Resumen
Investigaciones recientes de imágenes muestran que aproximadamente el 80% de las personas que pasan del dolor agudo al crónico producen neuroplasticidad que vincula las vías del dolor con las áreas de aprendizaje del cerebro, lo que muestra evidencia fisiológica de que el dolor crónico se aprende en gran medida. Los programas de meditación de atención plena se han utilizado con éxito para enseñar a las personas una forma de disminuir la angustia relacionada con el dolor y desaprender su relación inútil con el dolor. Sin embargo, no todos los pacientes con dolor crónico pueden someterse a un programa completo de atención plena y luego mantener la práctica diaria. En consecuencia, llevamos a cabo un estudio piloto de una tarea extraída de un MBI de segunda generación, Terapia Cognitiva Conductual Integrada con Mindfulness, que consistió en una tarea de exposición interoceptiva (MIET) basada en mindfulness autoguiada de 30 s a sensaciones de dolor en 15 personas médicamente pacientes diagnosticados con dolor crónico.
Los participantes que usaron el MIET repetidamente durante 15 días aprendieron a no identificarse con el dolor y se concentraron en cuatro subcomponentes de la interocepción (masa, movimiento, temperatura y cohesión) mientras permanecían ecuánimes. Esto condujo a una reducción significativa en la ansiedad por el dolor (p = 0,001; d = 0,96), la duración del dolor (p = 0,01; d = 0,86) y la intensidad del dolor después de cada exposición de 30 s (p < 0,001; d = 1,37) . Estos efectos se mantuvieron, y algunos mejoraron aún más, a los 2 meses de seguimiento. También se observó una marcada disminución de la depresión, la ansiedad y el estrés (p < 0,001; d = 0,81). Si bien los participantes calificaron la tarea como muy aceptable y algunos redujeron el uso de analgésicos; no se requirió ningún otro cambio en el tratamiento médico o psicológico.
Estos primeros resultados muestran el potencial de uso del MIET como complemento de los tratamientos tradicionales del dolor crónico, aunque se necesitan estudios controlados para establecer la validez de nuestros resultados. También se necesitan estudios de imágenes cerebrales para evaluar el posible efecto de desaprendizaje del MIET en las regiones corticolímbicas, un proceso que puede denominarse “desensibilización central”.
Lee el adelanto aquí:
Atención plena (2017)
https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs12671-017-0823-x